Es por esto, que los terapeutas que trabajamos con familias, individuos, parejas, debemos enseñarle a fomentar en ellos todo aquello que los lleve a sacar lo mejor de sí mismos. Cuando las parejas se acercan a las consultas, están llenos de resentimientos, desilusiones, apatía hacia el otro, desgaste físico y emocional y todo esto ha sido creado, porque en el camino olvidaron que el proyecto matrimonio es de dos, no de uno solo donde el otro debe seguirme los pasos.
Los conflictos están a la orden del día y es parte vital para poder entender como manejamos las diferencias y como llegamos a una negociación donde ambos nos permitamos estar cómodos.
Es muy importante sentir que el otro no tiene porque ser mi salvavidas, es diferente ser sostén en momentos difíciles pero sabiendo que cada uno trae consigo una mochila llena de emociones que el otro no ha vivido y no tiene porque entender si no se explica.
Con la llegada de los hijos vemos como ese tiempo de intimidad se esfuma y es sumamente importante mantenerlo, no negociarlo, siempre sacar tiempo de hacer esas cosas que nos enamoró, que disfrutábamos juntos. Yo siempre les digo que estas actividades no incluyen ver una película ya que no hablamos, ni nos miramos la cara, pero si después de verla podemos hablar de qué nos pareció, si nos ayuda ha fomentar la buena comunicación, entonces si es valido ver una película.
Muchos quieren mantener la chispa en la relación pero antes de poder dar algo, debemos sentirlo en nosotros mismos. Por lo tanto debemos sentirnos centrados, felices con lo que somos, como me siento en la relación y al hacer esto, podremos conseguir dar todo lo necesario para que la relación sea nutridora.
Un punto que no puedo olvidar es el sentimiento de reciprocidad que necesita la relación de pareja para mantenerse en la funcionabilidad. Pues la chispa no la puede mantener una sola persona, deben ser ambos. Por eso, si sientes que tu pareja no esta dándote en la forma en como tu lo haces, deben replantearse el compromiso que los hizo decidir ser pareja.
La chispa no necesita de tantos trucos, lo que necesita es la originalidad suficiente de poder sorprender a tu pareja y la capacidad de entendimiento y respeto ante las diferencias del otro.
Que no pase un día sin decirle a tu companer@ de ruta el motivo por el cual decidiste dar el paso de pasar el resto de tu vida junto a él o ella y cuando el otro necesite un poco de espacio por los sofoques del día a día, ten la valentía de alejarte un poco para que pueda extrañarte y buscarte.
Ana Simó
Directora del Centro Vida y familia
www.centrovidayfamilia.com
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