El que da por amor recibe la bendición de Dios y genera para si mismo: felicidad, dicha, paz.
Cuando nos negamos a dar con amor desde el corazón, pasa lo que vemos a diario: preocupación, frustración, odio, maldad, guerras.
El señor nos llama a amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo. Cuando uno ama al prójimo como a uno mismo, lo trata con comprension, cariño, trata de ayudarlo, alabando sus cualidades, no juzgándola,
Cuando no puedes amar, dar y darte a los demás, tenemos que analizar lo que hay en nuestro corazón. Porque dice la biblia: de la abundancia del corazón habla la boca. Lucas 6.45.
Cuando des algo, dalo con alegría. Dios ama al dador alegre. 2 corintios 9.7
Dice otra cita: Con regalos se abren todas las puertas y se llega a la gente importante. Proverbios 18.16. Muchas veces lo queremos todo para nosotros y no somos capaces de dar nada; incluso sentimos envidia cuando un amigo o hermano tiene algo que nosotros no tenemos. Una actitud que muestra mucho lo que hay en el corazón de esas personas.
Pero siempre es posible cambiar. Si dejamos a Dios obrar en nosotros, descubriremos la gran bendición que hay en dar y darse uno mismo a los demás
Lucas 6:38.
Escrito por: Solangel Rodriguez
Comentarios
Publicar un comentario