
Veamos algunos signos de una persona adicta a la ira:
La ira siempre tiene una razón, pero rara vez tiene una buena razón”
Conduces de forma agresiva
- Estallas constantemente, sobre todo cuando te encuentras frente a una situación de tensión, estrés o actividad intensa
- Te cuesta trabajo expresar tus sentimientos y hablar de ti mismo
- Tienes algún episodio que hayas resuelto con violencia
- Te irritas con facilidad por las conductas de los demás
- Criticas con facilidad a las demás personas
- Detrás de tus ambiciones hay un delirio de grandeza y superioridad
- Tiendes a ser hostil con personas que están en niveles que consideras inferiores
- Cargas con dolor y resentimientos del pasado
- Es más sencillo para ti ver en una situación el lado negativo
- Pierdes el control ante las situaciones que se salen de tus planes
- Eres ansioso e impaciente
- Consideras que todo el mundo debería pensar como lo haces tú
- Sólo validas personas en un nivel académico o profesional igual o superior
- Tus pruebas de amor se basan más en lo material que en lo emocional
- Situaciones de menor trascendencia terminan en problemas mayores por tu pérdida del control emocional
- Has perdido oportunidades a lo largo de tu vida porque considerabas que no estaban a tu nivel
- Tu sentimiento de rabia se intensifica cuando las personas no están de acuerdo con tu forma de pensar
- Solo a quienes consideres superiores logran corregirte
- Sufres de enfermedades como: gastritis, úlcera, migrañas y espasmos musculares
- Has tenido que prometer no volver a tener una pérdida de control emocional
- Evades espacios en donde te sientes confrontado y respondes con altivez ante algún juzgamiento
- Le temes al fracaso
- No confías fácilmente en la gente
- Cuando experimentas situaciones de ira, te cambia la respiración, el color y temperatura de la cara
- Te cuesta trabajo ponerte en los zapatos del otro
- Tiendes a reprimir ciertas emociones y acumulas lo que éstas te hacen sentir, en el momento de explotar pierdes el control de tus palabras y en ocaciones de tus actos
- No siempre generas conflicto directo, por el contrario para ti es más sencillo huir de situaciones delicadas
- Has aceptado que tienes “mal genio” y piensas que esto es natural a ti
- Tu manejo de los conflictos ha hecho que en muchas ocasiones personas cercanas a ti te mientan por miedo a tu reacción ante el conflicto
- Tus sentimientos y emociones en ocasionalmente te controlan y no tú a ellos
- No consideras situaciones alternas ante una decisión no planeada
- Un estado de ira te ha quitado algo valioso e importante (trabajo, pareja, amigo, oportunidad, reconocimiento, etc)
- El problema de la ira no está en sentirla, radica en la forma como ésta se expresa y maneja
Acerca del autor: Karen Langebeck
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