Él arruga el billete y les pregunta de nuevo: "Ahora, ¿quién lo quiere?" Las manos suben de nuevo.
Él lanza el billete arrugado en el suelo, lo pisa y vuelve a preguntar: "¿Aún lo quieren? "
Los alumnos responden que sí y levantan la mano.
Entonces los miró y les dijo:
"Amigos míos, ustedes han aprendido una lección muy importante el día de hoy: Aunque he arrugado el billete, lo he tirado y lo he pisoteado ustedes quieren todavía el billete, porque su valor no ha cambiado, sigue con un valor de $100.
Muchas veces en la vida, te ofenden, personas te rechazan y los acontecimientos te sacuden. Sientes que ya no vales nada, pero tu valor no cambiará nunca para la gente que realmente te quiere.
Incluso en los días en que estés en tu peor momento, tu valor sigue siendo el mismo``.
Los alumnos aplaudieron emocionados...
No dudes nunca de tu valor... Siempre valdrás mucho para las personas que te quieren. Nunca pero nunca valdrás menos, aunque así lo sientas.
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